miércoles, 3 de marzo de 2010

Lectura 2

Actividad (entrada para la clase): redactar en mínimo una cuartilla (en el cuaderno) la opinión acerca de la lectura y señalar en la misma algún ejemplo que les ocurran en la vida escolar o familiar y que se relacione con la lectura.

Falsa personalidad y creación de “Yoes”

No es usted quien se desarrolla en esta vida pues no es usted quien piensa, no es usted quien siente y no es usted quien se mueve; sino la múltiple y gigantesca cantidad de Yoes desarrollados en usted desde su infancia y en algunos casos desde que nació.

Para llegar a una mejor comprensión y en consecuencia a una real valoración de este sistema, quiero que analice con cuidado lo mencionado acerca de los Yoes. Si Juanito no es quien preguntó, entonces, ¿quién lo hizo? Cuando se dice que Juanito no es quien preguntó es por lo siguiente, concéntrese muy bien y analice con detenimiento ese instante que vivió nuestro personaje. El en realidad hubiese querido preguntar con toda su honestidad, relajado, sin tener que tratar con "pinzas" a la gente que le rodea, por lo tanto en un estado de paz, sin temor alguno (al ridículo por ejemplo). Si usted logra profundizar bastante notará en Juanito un ligero estado de decepción o tristeza por no poder ser él en realidad quien actúa en este planeta debido a las presiones externas llamadas burla, ironía, ridículos, escarnio, etc. y al no ser él esencia quien actúa, va perdiendo su fuerza interior hasta quedar completamente hipnotizado por la vida y sus mezquinos intereses o en otras palabras ha sido presa y sumido en un profundo sueño del cual dicho sea de paso, tenemos el derecho de despertar.

Ahora bien, en esta ocasión le pido se observe; pero hágalo de la manera más honesta posible con usted mismo, recuerde los momentos similares donde se ha "reservado" y no es usted quien actúa. ¿Quiere un ejemplo?, tomemos alguno. Usted imagina sentir ira cuando algo sale mal, pero si de verdad aplica la observación de sí, logrará ver a uno de los Yoes, notará con claridad cómo está actuando y descubrirá que ello no es usted como lo llegó a creer en otro tiempo. Es otra parte en usted, no es usted, y para comprenderlo mejor le pido realice en este momento una práctica de observación de sí para la detección de Yoes, recuerde ahora alguna de esas veces que ha hecho un coraje muy grande, obsérvese detenidamente, percibirá que usted en realidad, se encuentra en una parte más profunda y casi imperceptible de su ser y además no tiene coraje, no siente ira, es decir si realiza un verdadero esfuerzo consciente logrará ver y sentir dos partes en su interior y. Lo mejor de ello es que podrá separarse de la falsa personalidad al vivir usted mismo, al palpar su esencia en realidad y sentirá que usted está un tanto triste o desconcertado por tener un coraje que en realidad no desea. En realidad está sufriendo porque algo en usted se encuentra en un estado negativo llamado angustia, celos, ira y además a usted esencia le arrebata su paz.

Medite lo que a continuación se dice, el resultado real que ha provocado el evento exterior en usted tiene un doble efecto, uno soportado en la falsa personalidad y otro en la esencia. Dentro de sí mismo una parte sufre o si lo prefiere no tiene paz (la esencia), porque otra parte en usted está llena de ira, (los Yoes de la falsa personalidad). Ahora me gustaría que profundice un poco más al respecto y para ello le pido observe muy bien y con mucho cuidado, hágalo con detenimiento para poder sentir tres partes en usted. Primero piense en la dualidad interior cosa que ya debe haber percibido cuando hablamos del doble efecto de evento exterior, por si le queda alguna duda respecto a la dualidad interior, le puedo decir que la mejor forma de percibirla es cuando usted se va a dormir, se encuentra usted solo en su cuarto, apaga la luz, se acuesta, relaja su cuerpo y entonces empieza un charla interior en la cual usted se platica todo lo ocurrido durante el día, y si presta mucha atención a este momento descubrirá la existencia de una dualidad en usted, es decir una parte hablando hacia un sentido y una escuchando los comentarios desde otro lugar y más aún, en ocasiones la parte que escucha es capaz de contestar a la parte que habla, estando o no de acuerdo con los comentarios de esta. Medite a este respecto, si usted fuera una exacta y sólida unidad interior, ¿Cómo es posible que una parte escuche y otra responda y en ocasiones ni siquiera esté de acuerdo? ¿Nota la dualidad interior?

Tratemos ahora de percibir la tercera parte en nosotros mismos que por cierto es de altísima calidad. Tomemos el ejemplo de la ira. Piense con mucho cuidado, despacio y observe la existencia de la primera parte, la cual permanece en contacto con el exterior por medio de los sentidos (su materia corporal), esta la puede percibir cuando hace observación de si sobre el cuerpo fisico y observa cómo camina, cómo avanza y recorre distancias mientras escucha una multiplicidad de sonidos, olfatea un cúmulo de aromas puede tocar o palpar las distintas texturas que existen en nuestro planeta, también siente la relajación o tensión muscular, etc.. La segunda parte, recibe el golpe de las impresiones recogidas anteriormente de los eventos exteriores por la primera parte (los sentidos). Por carecer de conciencia, por estar muerta, la segunda parte no tiene capacidad de razonar ante el evento exterior y se hipnotiza tomándose muy en serio el papel que juega en la vida y reacciona de forma mecánica, sintiendo ira (los Yoes, la personalidad) y usted puede observar esto cuando se concentra en la zona de la boca del estómago, en la parte interior, en ese lugar donde siente lo negativo y lo positivo, la zona de las emociones por ejemplo, en este lugar es donde siente el coraje o a lo que llama mariposas en el estómago como sabemos, alegría. Quiero acentuar la percepción de estas dos partes antes de entrar a la tercera, diciendo lo siguiente: la primera parte sostiene todo el tiempo el contacto con el exterior tomando las impresiones emitidas por la vida a través de los sentidos y la segunda son los Yoes, como saben ellos componen la personalidad y la falsa personalidad, son entes psicológicos y los puede sentir dentro del cuerpo fisico recibiendo las impresiones que envía la primera parte y reaccionando como lo han aprendido a lo largo de su vida, sin molestarse en pensar más allá de su alterado estado de ánimo, al cual ni siquiera lo ha creado la segunda parte porque al carecer de conciencia carece de voluntad, ese estado interior alterado lo ha producido estrictamente el exterior.

Ahora entremos a la tercera parte y para ello deseo preguntarle, ¿A usted le gusta hacer corajes? ¿Lo disfruta en realidad? ¿Cree en verdad posible la existencia de alguien que en el fondo de su ser goce la ira o angustia?

Obsérvese de nuevo y en esta ocasión note cómo en realidad usted no es quien hace el coraje, usted se encuentra en un lugar más profundo, pensando que no debe ni quiere sentir esos estados alterados y tal vez desconcertado, frustrado o sin paz, porque la segunda parte estalló en ira y sin pensar ha reaccionado al estímulo de las impresiones que obtuvo de la vida exterior por medio de la primera parte.

Déjeme comentarle algo más acerca de la tercera parte. Si ha percibido que usted no quiere hacer el coraje y de hecho no es quien hace el coraje, ¿porqué dice, "yo" hice coraje?, si en realidad no es usted, porque si fuera así, no podría detectar durante la observación de sí que una parte pierde su paz porque otra tiene ira o silo prefiere, la tercera parte piensa que está mal reaccionar con esa negativa actitud, mientras que al mismo tiempo la segunda parte está sintiendo cólera llevando a la primera parte a los gritos o golpes, ¿Comprende ahora la existencia de los Yoes?.

Es preciso crear un Yo observante que se mantenga alerta, ¿recuerda? "Estad alerta", no de los asaltos sino de no caer en el profundo sueño de la vida externa y de las mecánicas reacciones de los cientos de miles de Yoes que habitan en nosotros, adquiridos a lo largo de nuestras vidas.

Eventos Exteriores y Estados Interioressas

La Observación de Sí inicia en el momento que usted aprende a dividir la vida en dos partes: los eventos exteriores y los estados interiores. Al hacer esta división de la vida usted podrá observar y entonces comprender cómo el ser humano en verdad vive siempre distraído e hipnotizado con los eventos exteriores, creyendo que ellos son su vida real y no logra percibir que esto no es así, la vida real de cada persona son los estados interiores que le "provocan" los eventos exteriores. Y si usted amigo lector, quiere palpar lo que estoy diciendo, déjeme darle un ejemplo. Imagínese cenando una noche en una cafetería, cuando de repente entran cinco ladrones armados y asaltan a todas las personas del lugar. Tal vez alguien se angustia muchísimo, otra persona se asusta tanto que cae desmayada, su acompañante se llena de ira debido al asalto, y usted lo toma con calma sin alterar su paz a pesar del evento experimentado. Si usted lo nota, ocurrió el mismo evento exterior para toda la gente, sin embargo, puede decirse que la vida de una persona fue de angustia, la de otra, llena de temor, para alguien más de ira y para usted de paz, sin haber dependido del evento exterior. De esta manera podemos damos cuenta cómo su vida real no ha sido lo que le rodea, sino el estado interior provocado por el evento exterior.

Por esta razón existe gente que en la vida exterior lo tiene todo y aún así sufre y se amarga la vida real, es decir, sus estados interiores.

Es preciso profundizar en lo dicho con anterioridad acerca del evento exterior y el estado interior. Como le mencioné, la vida real de una persona no es el evento exterior existente en su entorno; si yo le preguntara a usted, o si alguien nos platicara gratuitamente la historia de su vida, seguramente comenzaría a platicarnos acerca de todos los eventos exteriores que ha vivido a lo largo de su existencia. Por ejemplo, nos diría lo siguiente: "terminé mis estudios en tal año, he trabajado en tal empresa, conocí a una muchacha, me casé, compré una casa, me encontraron un tumor y me operaron, me saqué la lotería, monté un negocio, etc., etc." Sin embargo, esta persona, como muchas otras, no han comprendido o ni siquiera saben lo siguiente: su vida real no son los eventos exteriores que ocurren durante su vida.

Observe con cuidado, cada evento exterior le provoca un estado interior. Por ejemplo, si mencionamos un evento exterior positivo o agradable como un viaje a París, ¿duda usted que si yo le regalara unas vacaciones en ese país a cualquier persona se molestaría conmigo? Desde luego que no, porque para toda la gente resulta un evento exterior agradable. Pero, si la vida real de una persona es de sufrimiento o de depresión, es decir, si sus estados interiores se mantienen de esta manera, no podrá disfrutar el viaje a París, y debido a sus estados interiores, es decir, su vida real, encontrará todos los defectos, problemas y complicaciones suficientes para amargarse o por lo menos no disfrutar intensamente de un evento exterior agradable. Luego entonces, le pregunto ¿cuál cree usted que es la vida real de una persona, los eventos exteriores o los estados interiores?

Le daré otro ejemplo, recuerde usted cuántas veces en la vida le han invitado a alguna fiesta o a cierto lugar con cinco o diez días de anticipación. En el justo momento de la invitación, usted siente en los estados interiores gran entusiasmo y positivismo hacia el evento. Transcurrido el tiempo y al llegar el día esperado, ¡sorpresa!, resulta que usted no tiene ánimo para asistir al lugar, es decir, sus estados interiores (su vida real) han cambiado y ahora no corresponden al evento exterior a pesar de ser agradable. ¿Se da cuenta cómo su vida real son sus estados interiores, que pueden no corresponder a los eventos exteriores? Más aún, observe cómo en este caso el evento exterior sigue siendo el mismo y no cambia (la fiesta), sin embargo, su estado interior ha cambiado, ahora no corresponde con entusiasmo a tal invitación y peor aún, no tiene ganas de ir a lo que ahora se ha convertido en un... “COMPROMISO”.